“Que sea in
vitro no significa que sea un nacimiento anormal”
Según cifras de International
Committee Monitoring Assisted Reproductive Technologies ICMART, en el mundo
nacen alrededor de 1.5 millones de personas anualmente gracias a este tipo de
tratamientos. De ese número, el presidente de la Asociación venezolana de
medicina reproductiva y embriología AVEMERE, Gustavo Pagés calcula cuántos de
estos se realizan en el país
En 1985 se aplicó por primera vez la técnica de fecundación in vitro en Venezuela. Desde entonces y hasta la actualidad “las tasas de embarazo han mejorado muchísimo” dice el médico experto en fertilidad, Gustavo Pagés. Asegura que cuando se empezaron a realizar este tipo de tratamientos en el país “la tasa de embarazo no llegaba al 15%” y que en la actualidad esta cifra ha aumentado a un 50% de probabilidad.
Pagés,
quien se desempeña como director del instituto FERTILAB en Caracas, dijo que en
el país están naciendo “entre 1000 y 1300 niños por año aproximadamente gracias
a tratamientos de fertilización”, cifra que calcula según la tasa de fertilidad
y natalidad arrojada por el último censo poblacional de Venezuela. “In vitro”,
técnica inventada por el médico británico Robert Edwards, forma parte de uno de
los métodos más utilizados. Consiste en obtener varios óvulos de los ovarios
para fecundarlos con los espermatozoides en el laboratorio. En ese proceso se
forman embriones, los cuales son colocados en el útero para el desarrollo del
embarazo.
“Decir
que no se puede lograr un embarazo es casi imposible porque siempre habrá una
manera”, apunta el especialista acotando que la mayoría de las parejas en la
actualidad están retardando el momento para tener bebés, lo que ocasiona, en
algunos casos, la infertilidad. Con respecto a eso, Pagés sostiene que “la fertilidad
comienza a disminuir después de los 35
años, se hace un poco más severa después de los 40, y lograr un embarazo a los
45 años por cualquier método es muy poco probable”.
Según
datos que el experto maneja, las parejas que tienen problemas de fertilidad
representan tan solo el 15% de la población mundial, de las cuales solo
necesitan tratamiento el 4 ó 5%. “El hecho de que sea in vitro no significa que
sea un nacimiento anormal”, señala con precisión Pagés, quien aclara que lo
único diferente es el procedimiento para lograr el embarazo, catalogado por él
como “más fácil y sencillo” para quienes tienen problemas de fecundación.
El
método, cuyo costo oscila alrededor de 80 mil bolívares aproximadamente, posee
un margen estrecho de riesgos. “Cada vez tenemos menos embarazos de alto orden
porque estamos transfiriendo menos embriones”, explicó el ginecólogo y obstetra
con maestría en la Universidad Central de Venezuela. Señaló que para realizar
la fecundación sólo se transfieren a las
pacientes uno o dos embriones. El uso de más de tres es casi inusual para
evitar “embarazos múltiples”, los cuales tienen entre un 20 y 30% de
probabilidad.
Por
otro lado, el experto hizo referencia a que “la cuarta parte de las parejas que
tienen problemas de fertilidad tienen las trompas dañadas”. Con respecto a eso
acotó que una de las principales causas son las infecciones producidas por las
enfermedades de transmisión sexual, que hacen que las trompas se infecten
produciendo que estas se lastimen, así como también pueden influir lesiones
causadas por operaciones donde se extraen miomas.
“In vitro” y el cáncer
En
2005 algunos científicos de la Universidad de Lund en Suecia realizaron
estudios donde explican la posibilidad de que el tratamiento de fecundación de
ovarios ocasione cáncer en los niños concebidos por este tipo de métodos. Para Gustavo
Pagés, quien tiene conocimientos acerca de los estudios realizados, es poco
probable que la causa del cáncer infantil este directamente relacionada con la fecundación
in vitro. “No hay ninguna relación con cáncer infantil”, aseguró el
especialista, agregando que la única posible y actualmente discutida relación
del tratamiento está dada con cáncer de ovarios.
“Estamos
todavía en discusión acerca de si son los tratamientos o si es porque la mujer
no ovula”, precisó el también autor de dos libros sobre fertilidad, quien dijo
que aparentemente la causa se está dando por la falta de ovulación de las
pacientes, descartando de esta manera que el problema lo esté ocasionando el
método con el que el mismo ha visto nacer a cientos de niños.
Del ginecólogo al psicólogo
Según
datos aportados por FERTILAB, una pareja es infértil cuando no logra el
embarazo a pesar de mantener relaciones sexuales frecuentes durante un año o
más sin protección anticonceptiva. Cuando este tipo de situaciones ocurren, expone
Pagés, es muy difícil decirles a los
pacientes que tienen problemas de productividad y ofrecerles un procedimiento de fertilización. La situación
trae consigo periodos de frustración, rabia y hasta de negación, que son canalizados
por el psicólogo a quien inmediatamente son dirigidos.
“Van
a gastar mucho de su tiempo, de su dinero y de su energía y van a tener solo un
50% de probabilidad de embarazo” explica el experto. Considera que se debe
preparar a la pareja para aclararles que el tratamiento que se realizarán les
permitirá tener un embarazo tan normal como el de parejas sin problemas de esterilidad.
Sin embargo, las charlas psicológicas son necesarias porque existe la
posibilidad de que a pesar de que se transfieran los embriones no ocurra el
embarazo.
Aunque
algunos especialistas en biología de la reproducción como Socorro Gonzales, certificada
por el Consejo mexicano de Ginecología y Obstetricia, visualizan que en los
próximos años se incrementarán los problemas de fertilidad debido al retraso de
la maternidad en las mujeres, Pagés expresa que “con constancia, trabajo y
dedicación se logra un embarazo seguro” a través del uso de los avances
tecnológicos. No obstante, al mismo tiempo llama a las parejas a no dejar pasar
el tiempo para concebir el embarazo.
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