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miércoles, 25 de mayo de 2011

QUE IDIOTAS SOLEMOS SER LOS SERES HUMANOS



No tiene nada que ver con lo que algún día dijo Cantinflas en una de sus más famosas películas: “Todos damos ideas, algunos ideítas, y otros ideotas”. Va más allá de esto, y aunque en menor grado si tiene relación, la cosa es que los seres humanos solemos comportarnos como idiotas infinidades de veces.

Según lo que investigue gracias a mi amiga “Wikipedia”, la idiotez se identifica con la ignorancia y la poca culturización. Pero no todos los idiotas somos incultos, quizás muchos de nosotros podemos ser cultos pero a la vez idiotas.

Quizás del otro lado de mi computador tu me estas insultando o dudando de mi perfecto estado mental, pero espérate y lee esto. Mi teoría se basa en que los seres humanos sea cual sea su edad, creemos que nos las sabemos todas. Primer error, y primera característica de un idiota. La idea de creer que somos los papás de los helados es tan falsa como la idea de que el mundo se acababa el pasado 21 de mayo. Sabemos tanto como no sabemos nada. Nunca podemos afirmar las cosas porque resultan ser diferentes, y peor aún, creemos saber muchas cosas pero de repente aparece alguien que sabe el doble, pero que a la vez no sabe nada o desconoce cosas que nosotros dominamos. Aristóteles decía “solo sé que no sé nada”, este gran filósofo de la Grecia clásica para nosotros es un papá de los helados cualquiera, pero solo conocemos las cosas acertadas de él, quizás por eso, y con todo el respeto a sus conocimientos, el también era un gran idiota.

La segunda característica de un idiota está cada vez más latente en la sociedad actual, y sobre todo en nosotros los jóvenes. Creer que somos importantes es, además de un error la característica esencial para que compruebes que eres idiota. Hay millones de personas en el mundo, todas interactuando al mismo tiempo bajo esta dinámica social. Que tú creas que eres importante para un grupo de personas, empresa y hasta tu familia es una verdadera idiotez, porque si en realidad eres pieza importante para algo o alguien, deberían ser ellos quien lo reconozcan. Y si es así, y te hacen ver que eres importante, las ínfulas deben quedarse en su sitio, ya que realizas un mal movimiento y tu importancia se vendrá al suelo por arrogancia.

Si hay algo que no es de idiotas es la humildad, y aunque no estoy de acuerdo con muchos de sus aspectos, si eres humilde no creerás que te las sabes todas y tampoco que eres importante. Pero ¿hasta qué punto ser humilde? No es necesario vivir en la Iglesia, ni usar cosas baratas para decir que eres humilde. Simplemente tienes la capacidad de serlo cuando tu vida está desligada de la arrogancia, es decir, de cosas estúpidas.

Mi tercera apreciación acerca de lo idiota que somos los seres humanos, tiene que ver con lo que alguien llamó “prestigio”. La mano derecha del prestigio en la actualidad son las redes sociales. Creemos muchas veces que por tres o cuatro cosas que poseemos y que publicamos para que el mundo lo sepa estamos por encima de otros, y por eso nuestro “status” es superior. ¡Error! Si, las redes sociales cumplen la función de que podamos visualizar lo que otros hacen y dejan de hacer, como por ejemplo las relaciones amorosas. Pero es que el prestigio es algo que está muy lejos de lo “importante” que crees o eres para los demás. En este caso, el prestigio lo muestro como lo que nosotros mismos creamos para hacernos notar.

Los seres humanos somos idiotas, eso ya lo sé por estas y otras 15 razones más, la cuestión es que leyendo estas tres apreciaciones te des cuenta que muchas veces caemos en el juego de la idiotez haciendo estas cosas. Si al contrario, estas características no tienen que ver nada contigo ¡felicidades!, estamos progresando hacia un mundo sin idiotas; o en el caso que tu cometes todas estas acciones pero no lo haces con esa intención, entonces eres un idiota, pero un idiota más razonable.

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